martes, 21 de septiembre de 2010

evolucion del barco

El hombre ha utilizado las embarcaciones hace miles de años, se tienen registro hace más de 10.000 años en que el hombre utilizaba un tronco debidamente tallado como medio de transporte en el mar.
El mar, siempre ha causado fascinación en el ser humano desde el comienzo de los tiempos. Así mismo, siempre le ha provisto de alimento para su sustento. En la costa sur central del Perú en la provincia de Pisco, en el distrito de Paracas hacia el 10.000 a. C.; los primeros hombres que se volvieron sedentarios, fue causa de mucho alimento existente en sus playas. Aún el progreso hacia la agricultura y la ganadería, estaba en marcha en sus similares de la Cordillera de los Andes. Como en este caso, en muchos otros litorales se dieron las condiciones para que los hombres en viviendas malas se volvieran sedentarios, debido a la abundancia de recursos que el mar depositaba en sus playas.
Primero la recolección de mariscos y moluscos, luego la pesca y finalmente se aventuró a adentrarse en ese mar que generosamente le proveía de alimento. La tecnología fue progresando y el hombre construyó elementos para flotar en el agua; probablemente usó troncos de árboles y otros materiales que tenía en su entorno flotabilidad. Para impulsarse y no quedar a la deriva, echó mano del remo hasta que descubrió que la fuerza eólica podía impulsarlo con menor esfuerzo y mayor efectividad; luego, descubrió la manera de llevar la embarcación hacia donde quería e inventó el timón. Es a partir de acá, que el hombre a través del tiempo fue introduciendo mejoras a sus naves, dándoles cada vez mejor impulsión y gobierno, hasta llegar a las modernas naves que navegan hoy día los océanos del mundo.
Pero a la par del gobierno y la deriva, el hombre fue encontrándole nuevos usos a las naves que ya tenía a la mano; las usó para recreación, pesca, medio de transporte y para la guerra y fue especializando el invento, con nuevas técnicas, mayores velocidades, mejor maniobrabilidad, haciendo sus naves más marineras y claro, con armamento cada vez más mortífero. La embarcación que hoy conocemos como buque o barco, descubrió nuevas tierras. Durante muchos siglos fue el único medio de comunicación entre los continentes e hizo famosos a muchos personajes en tiempo de paz y de guerra.
El empleo de los remos condicionó la vida a bordo hasta el siglo XVII; uno de los peores castigos que podía recibir una persona era ser condenado a servir en una galera, «para que la vida le sea un suplicio y la muerte un alivio», como sentenció un juez romano en el siglo XVI.



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